
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2024 revela que el 54% de los mexicanos recurre a servicios médicos privados. Las causas son múltiples, pero destacan la saturación del sistema público, los largos tiempos de espera y la falta de disponibilidad en zonas clave. Esta situación ha generado una fuerte dependencia del sector privado, muchas veces inaccesible económicamente para una parte significativa de la población.
El problema se agrava por la escasa regulación de precios en el sector privado. Consultas generales que oscilan entre 300 y 800 pesos, y especialidades que alcanzan hasta 5,000 pesos por sesión, representan un reto económico, especialmente en casos de enfermedades crónicas. Casos como el de Antonio Trejo, quien gastó más de 400,000 pesos en tratamiento privado por cáncer, revelan la fragilidad del sistema y la urgencia de políticas públicas que regulen, supervisen y fortalezcan ambos sectores para garantizar el derecho efectivo a la salud.
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