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Modelo 996: por qué las jornadas extremas son una amenaza directa para RRHH
El modelo laboral 996 —12 horas diarias, seis días a la semana— ha resurgido en debates globales por su impacto en la salud física y mental de los trabajadores. Aunque nació como una práctica cultural y empresarial para “impulsar productividad”, la evidencia demuestra lo contrario: genera agotamiento, deterioro cognitivo y un ambiente de trabajo insostenible. Para RRHH, este caso es un espejo que muestra qué debe evitarse y qué se debe priorizar.

El 996 se originó en China como una filosofía de trabajo intensivo y fue adoptado por diversas empresas tecnológicas en Silicon Valley, donde la presión por innovar y competir empujó a normalizar horarios más allá del límite saludable. Sin embargo, la práctica generó tal desgaste social que terminó prohibida por el Tribunal de China en 2021. Desde entonces, se ha señalado como un ejemplo de cómo las culturas laborales extremas pueden devorar la energía, creatividad y salud de quienes las viven.
Las consecuencias están documentadas: el estrés laboral asociado a este tipo de jornadas genera irritabilidad, ansiedad, sensación de amenaza constante, problemas gastrointestinales, alteraciones del sueño y fatiga crónica. En términos corporativos, esto se traduce en ausentismo, mayor siniestralidad, bajas por enfermedades musculoesqueléticas y rotación acelerada.
La paradoja es clara: el modelo que prometía productividad termina reduciéndola al deteriorar el bienestar integral del talento.
Para los equipos de Recursos Humanos en México, el mensaje es urgente. Con un promedio laboral de 45.2 horas semanales —uno de los más altos de la región— replicar prácticas como el 996 no solo es riesgoso, sino contraproducente. La productividad sostenible depende de diseñar entornos laborales donde el descanso, la recuperación y la salud mental sean parte estratégica del modelo operativo. La prevención psicosocial, la ergonomía, las evaluaciones periódicas de bienestar y la atención médica accesible son ya herramientas esenciales para proteger al talento y sostener el rendimiento a largo plazo.