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Ludopatía como problema de salud pública: impulsan reforma con impacto al bienestar laboral
Una nueva iniciativa en la Cámara de Diputados busca que México reconozca formalmente la ludopatía como un asunto de salubridad general, obligando al IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud a prevenirla y atenderla. El cambio abriría una ruta estructural para abordar una adicción creciente, amplificada por el juego digital.
La Cámara de Diputados abrió la puerta a un cambio significativo en la política de salud mental del país: una reforma que reconocería la ludopatía como un problema de salud pública y activaría la obligación legal del Estado para prevenirla y tratarla.
Impulsada por la diputada Ana Karina Rojo Pimentel, la iniciativa propone modificar la Ley General de Salud para incorporar el juego patológico dentro de las materias de “salubridad general” y establecerlo como una responsabilidad explícita del Sistema Nacional de Salud. Con este ajuste, instituciones como el IMSS, ISSSTE y Conadic tendrían un mandato claro para intervenir.
La propuesta parte de un diagnóstico contundente: el acceso ilimitado a plataformas digitales de apuestas, la normalización del juego en medios y la ausencia de regulación específica han acelerado la prevalencia de esta adicción, que la OMS reconoce como un trastorno crónico con consecuencias profundas en la estabilidad emocional, financiera y familiar de las personas afectadas.
Aunque el IMSS y la Conadic han emitido advertencias y marcos básicos de atención, la iniciativa subraya que los esfuerzos actuales son insuficientes para enfrentar la magnitud del fenómeno. Reconocer formalmente la ludopatía permitiría activar programas permanentes, protocolos clínicos unificados y campañas preventivas coordinadas.
Para los líderes de Recursos Humanos, este posible cambio legislativo es relevante: el juego compulsivo puede afectar desempeño, clima laboral, endeudamiento personal, ausentismo y riesgos psicosociales. Si la reforma avanza, las empresas deberán fortalecer sus políticas de prevención, identificar señales tempranas y actualizar sus estrategias de bienestar emocional para acompañar adecuadamente a su fuerza laboral.