Cómo prevenir el Burnout, burnon y boreout en tu equipo

Desde 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció oficialmente el burnout como un fenómeno ocupacional. Desde entonces, se ha convertido en uno de los principales retos para empresas y líderes de todo el mundo.

Sin embargo, el agotamiento laboral ya no se limita al “estar quemado” por exceso de trabajo: hoy también hablamos de burnon (cuando el colaborador se mantiene en piloto automático, hiperactivo y sin descanso) y boreout (cuando la falta de retos y sentido genera apatía).

Estos tres fenómenos muestran que el desgaste puede venir tanto por exceso como por carencia de motivación, y que las empresas necesitan estrategias más inteligentes para prevenirlos.

Qué es burnout, burnon y boreout

Entender estas tres condiciones es el primer paso para detectarlas y prevenir su impacto en la salud y productividad de los equipos.

• Burnout: estado de agotamiento físico y emocional causado por cargas excesivas de trabajo. Sus síntomas incluyen fatiga crónica, irritabilidad, cinismo hacia el trabajo y baja productividad.

• Burnon: menos conocido, pero igualmente dañino. Ocurre cuando un colaborador se sobreexige constantemente, sin detenerse, trabajando horas extras y manteniendo una fachada de energía. Es un agotamiento silencioso porque parece “entusiasmo”, pero deteriora la salud a largo plazo.

• Boreout: surge de la falta de estímulos, retos o propósito en el trabajo. Colaboradores que se sienten subutilizados, aburridos y desconectados experimentan frustración y baja motivación.

Diferencia clave: el burnout y el burnon provienen del exceso de trabajo, mientras que el boreout se genera por la carencia de sentido y desafíos.

Señales tempranas que no debes ignorar

Los tres fenómenos comparten señales que, si no se detectan a tiempo, escalan en problemas graves de salud y desempeño.

• Cansancio crónico y falta de energía.

• Cinismo o desapego emocional hacia el trabajo.

• Baja productividad, errores frecuentes y absentismo.

• Irritabilidad y cambios de humor frecuentes.

• Falta de concentración y olvido de tareas básicas.

• Aislamiento social en el trabajo.

• Dolencias físicas recurrentes sin causa médica clara.

Acciones preventivas desde el liderazgo

Según la OIT, el 75% de los trabajadores en México reporta altos niveles de estrés laboral y un estudio de Deloitte indica que el burnout afecta al 40% de los empleados en América Latina. Además. estudios señalan que el ausentismo por desgaste emocional cuesta hasta el 4% del PIB en países de la región.

Los líderes juegan un rol fundamental en la prevención. Aquí 10 acciones con impacto real.

1. Equilibrar las cargas de trabajo

Distribuir responsabilidades de manera justa evita sobrecargas que detonan burnout y burnon. Se deben evaluar tareas regularmente y redistribuir cuando sea necesario.

2. Fomentar pausas activas

Pequeños descansos durante la jornada ayudan a oxigenar el cerebro y mejorar la concentración. Ejercicios de estiramiento, caminatas breves o espacios de desconexión deben promoverse como parte de la rutina.

3. Reconocer logros de manera constante

La falta de reconocimiento puede alimentar boreout y cinismo. Reconocer avances y éxitos, incluso pequeños, mantiene la motivación y refuerza el sentido de propósito.

4. Dar autonomía y confianza

Los colaboradores con poco margen de decisión suelen sentirse atrapados. Delegar responsabilidades y confiar en su criterio fortalece el compromiso y reduce la sensación de desgaste.

5. Establecer límites claros de desconexión

Promover la desconexión digital fuera del horario laboral es esencial. Evitar correos o mensajes fuera de horas de oficina ayuda a prevenir burnon y burnout.

6. Crear espacios de conversación abierta

Tener reuniones periódicas donde los colaboradores puedan expresar cómo se sienten sin miedo a represalias fomenta la confianza y permite detectar señales tempranas.

7. Capacitar a líderes en gestión emocional

Un liderazgo empático reconoce señales de agotamiento y actúa antes de que escalen. Programas de formación en inteligencia emocional son una inversión clave.

8. Promover variedad y retos en el trabajo

Para prevenir boreout, es importante asignar proyectos que representen desafíos adecuados al perfil del colaborador, evitando la monotonía y dando oportunidades de aprendizaje.

9. Implementar modelos híbridos y flexibles

La flexibilidad en horarios y lugares de trabajo reduce estrés y mejora el balance vida-trabajo, uno de los factores más valorados para prevenir burnout.

10. Dar ejemplo desde el liderazgo

Los líderes deben modelar conductas saludables: respetar descansos, usar vacaciones y mostrar que cuidarse es parte de la cultura. Predicar con el ejemplo legitima las políticas de bienestar.

Herramientas prácticas para RRHH

El área de Recursos Humanos puede reforzar la prevención con herramientas específicas.

• Programas de salud mental, a través de convenios con psicólogos, líneas de ayuda y terapias digitales.

• Encuestas de clima laboral para medir el pulso del equipo.

• Dashboards de bienestar a través de plataformas que integren métricas de ausentismo, rotación y niveles de compromiso.

• Capacitaciones en autocuidado, como talleres de resiliencia, mindfulness o manejo del estrés.

Estas iniciativas permiten no solo detectar problemas, sino también intervenir con rapidez y medir resultados.

El burnout, el burnon y el boreout no se resuelven con frases motivacionales ni con más horas de trabajo. Prevenirlos requiere liderazgo consciente, políticas claras y herramientas prácticas de gestión de talento.

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