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Cáncer de mama en México: la urgencia de prevenir y detectar a tiempo
El cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en México. Cada año, miles de casos se diagnostican en fases avanzadas, lo que disminuye drásticamente las posibilidades de supervivencia. Urge fortalecer la cultura de prevención y el diagnóstico oportuno para reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida.

En México, el cáncer es una de las principales causas de muerte: en 2023 se registraron 91,562 defunciones por esta enfermedad, lo que representa el 11.4% del total de muertes en el país. Dentro de este panorama, el cáncer de mama ocupa el primer lugar como causa de mortalidad por tumores malignos en mujeres a partir de los 30 años.
Cada año, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reporta un incremento alarmante: mientras que en 2014 se detectaban alrededor de 11 mil nuevos casos anuales, hoy esa cifra alcanza los 28 mil casos por año, de los cuales 60% se diagnostica en etapas avanzadas.
Es importante destacar que al detectar a tiempo, las probabilidades de cura alcanzan entre 75 y 85%; sin embargo, el retraso en la detección sigue siendo el gran enemigo.
¿Cuál es la dimensión de la gravedad de esta enfermedad en el país?
Las cifras muestran una tendencia preocupante. En México, la tasa de mortalidad por cáncer de mama es de 17.9 muertes por cada 100 mil mujeres de 20 años y más, según el INEGI. En estados como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Jalisco, la tasa supera las 22 muertes por cada 100 mil mujeres, evidenciando una fuerte disparidad regional.
Además, la fundación CIMA estima que 9 de cada 10 personas en México conocen a alguien que padece cáncer de mama. El impacto es tan amplio que casi la mitad de los casos corresponde a familiares o amigas cercanas, lo que refuerza la magnitud del problema en el tejido social.
Síntomas del cáncer de mama
El cáncer de mama puede avanzar sin síntomas evidentes en sus etapas iniciales. Sin embargo, algunas señales de alerta son:
Aparición de un bulto o engrosamiento en el seno o la axila.
Cambios en el tamaño, forma o apariencia del seno.
Alteraciones en la piel (hoyuelos, enrojecimiento, descamación).
Secreción anormal por el pezón.
Dolor persistente en la mama o pezón.
Reconocer estos síntomas y acudir al médico de manera inmediata puede marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso y un desenlace fatal.
Cómo prevenir el cáncer de mama
La prevención y detección temprana son fundamentales. De acuerdo con la OMS, 40% de los cánceres pueden prevenirse al reducir factores de riesgo. En el caso del cáncer de mama, las acciones más importantes son:
Autoexploración mensual: desde el inicio de la menstruación, revisar los senos para detectar anomalías.
Chequeos periódicos: realizar mastografías cada dos años a partir de los 40 años, o antes si existen antecedentes familiares.
Además, es importante tener un estilo de vida saludable:
Mantener una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales.
Evitar el consumo excesivo de alcohol.
No fumar.
Realizar al menos 150 minutos de actividad física semanal.
Control de peso: el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo importantes.
También considera acudir a consultas regulares para recibir orientación especializada.

¿Por qué prevenir como arma contra el cáncer ce mama?
El costo humano y social del cáncer de mama es inmenso. A nivel global, la OMS advierte que este 2025 se podrían registrar más de 4 millones de nuevos casos de cáncer y 1.9 millones de defunciones cada año si no se fortalecen las estrategias preventivas.
Prevenir salva vidas, pero también reduce la carga en los sistemas de salud, los costos médicos y el impacto económico por ausentismo laboral. En empresas, la detección temprana puede traducirse en colaboradores más saludables, productivos y comprometidos.
Factores de riesgo para el cáncer de mama
Algunos factores no modificables como la edad, la genética o los antecedentes familiares influyen en la aparición del cáncer de mama. Sin embargo, hay otros prevenibles:
Consumo de tabaco.
Uso nocivo del alcohol.
Mala alimentación (baja ingesta de frutas y verduras).
Falta de actividad física.
Sobrepeso y obesidad.
Infecciones crónicas como VPH, hepatitis B y C o H. pylori (asociadas a otros tipos de cáncer, pero relevantes en la carga global).

Si no hacemos nada: ¿hacia dónde va esta enfermedad en México?
De acuerdo con la UNAM, mientras que en Europa y Estados Unidos las muertes por cáncer de mama han disminuido drásticamente gracias a la prevención y el diagnóstico temprano, en México las defunciones siguen aumentando en los últimos 20 años.
Si esta tendencia continúa, la tasa de mortalidad seguirá creciendo, sobre todo en los estados del norte, donde ya se registran los índices más altos del país. Además, se mantendrá la brecha en el acceso a estudios especializados, lo que dejará a miles de mujeres sin un diagnóstico oportuno.
El cáncer de mama es un problema de salud pública que exige acción inmediata. La prevención, la autoexploración, las mastografías y los hábitos saludables pueden salvar miles de vidas cada año. México tiene la oportunidad de cambiar la tendencia: pasar de diagnósticos tardíos a una cultura de detección temprana y de la indiferencia a la acción colectiva.
La lucha contra el cáncer de mama no solo es responsabilidad del sistema de salud, sino de toda la sociedad. Informar, prevenir y actuar son pasos que no pueden esperar.
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